Las viviendas habituales tienen conceptos muy variados que se adaptan a las necesidades y estilo de sus residentes. Como los áticos o planta baja que también tienen sus atractivos para seleccionarlos como vivienda permanente.
Como todo inmueble tiene ventajas e inconvenientes que deben conocerse antes de formalizar la compra de ese tipo de viviendas, es importante que el nuevo comprador conozca sus pros y contras como opción residencial.
Decidir vivir en un ático tiene sus ventajas cuando es una residencia que se adapta al estilo de vida del comprador. Su precio suele ser una gran ventaja para tener una vivienda propia, sin complicaciones. Son más económicas porque antes se destinaban a almacenes, vivienda de trabajadores de los edificios o porterías.
Otra ventaja, acceso directo a la calle, sin escaleras, ni ascensores. Tiene su contraparte, como menos privacidad y ciertos ruidos molestos o más nivel de inseguridad. Pero, es un mito ya que las medidas de seguridad aumentan con ventanas, puertas y rejas para mayor seguridad en el edificio.
Otro tema controversial, de vivir en planta baja puede ser el problema del exceso de humedad, pero depende de las condiciones de la propiedad y de su mantenimiento. También, el clima de la zona puede influir en el factor humedad y sus efectos negativos.
En una planta baja se disfruta de espacio extra al aire libre en terrazas, patios y jardines, con más movilidad para niños y personas mayores para disfrutar del sol. Comprar un ático puede ser una gran idea, cuando se selecciona el más adecuado.